Era una chica
poco corriente pero sabía de la vida lo suficiente para saber a quién
acercarse, los últimos días habían sido muy duro la muerte de su padre la dejo
marcada, nunca pensó que la vida fuera tan breve y a la vez tan larga en su
comienzo, aún recuerdo aquel día en el que todo cambio y mi vida tomo un rumbo
inesperado….Llovía mucho y el cielo era de un gris metálico, parecía un reflejo
de su vida en los últimos meses. El viento acaricio su mejilla cuando derramo
la última lagrima. Las calles de valencia estaban vacías y de vez en cuando se
veía algún que otro relámpago. Estaba otra vez en aquel blanco y, normalmente
solo tenía añoranza, pero en ese momento se sintió más sola que nunca. Todos se
iban. Y ella, bueno, ella…Se secó las
lágrimas con el dorso de la mano, se puso la capucha sobre la cabeza, y se
alejó de aquella zona, casi con desesperación, con prisa, corriendo y empapada.
Sintió el móvil vibrar en su bolsillo pero lo ignoro. Al día siguiente nadie la
encontró. Seguía caminando, y solo ella sabía hacia donde se dirigía. Había
quedado con su amiga y solo quería estar en un lugar que la hiciera ser ella,
le contó a su amiga que se marcharía lejos de todo, para olvidar y empezar una
vida nueva, su amiga quería detenerla pero veía en su mirada que era el momento
y que igual que las nubes anuncian la lluvia su mirada anunciaba la huida, se
abrazaron durante un largo tiempo, se colocó su capucha y los auriculares y
caminando sin mirar atrás se perdió entre las calles de valencia…
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